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| Miyajima |
Cómo expresar en palabras tantas emociones juntas? Cómo explicarles lo que viví?
Cada vez que voy a Japón, es para mí el regreso a un lugar que sé y conozco pero a la vez parece el primero también. Y esta vez no ha sido la excepción. Si bien es la cuarta vez que piso la tierra de mis padres, mis raíces; siempre tiene una mezcla de emociones. El de “volver” a ése lugar al que pertenezco, pero es también, un redescubrir quién soy, de dónde vengo y es vivirlo como si fuera la primera vez.
Esta travesía tuvo muchas cosas especiales.
Conocí mi familia paterna, los Uehara, que están en Okinawa. Escuché historias, pude dar personalmente mi ofrenda a mis antepasados en el altar familiar y hasta me enteré que mi bisabuelo fue gobernador de un distrito!
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| Memorial de mi bisabuelo en una escuela que él fundó |
Pero además, esta vez tuvo un condimento especial. Un compañero de viaje. MI compañero de viaje: Dani. Que luego de 10 años de estar juntos, finalmente conoció mi lugar. Y eso nos conectó más que nunca...
Ya les contaré detalles, postearé fotos, visiones y mi mirada de este país maravilloso. Pero ésta vez, quería compartir lo que significó esta experiencia, que no fue simplemente un viaje, sino EL viaje de la vida, porque indudablemente ha sido el mejor que he vivido, y además fue, el viaje HACIA la vida, porque ése reencontrarme fue, y déjenme ponerme un poco mística, como un renacer, un reencarnar… Porque, volver a reconectarse con quien uno es, siempre, es volver a conectarse con la vida.
